martes, 29 de noviembre de 2011

Seminario: Educación Superior en Colombia, límites y posibilidades


El grupo Nación Cultura Memoria extiende la invitación al Seminario: Educación Superior en Colombia, limites y posibilidades, organizado por el Instituto de Educación y Pedagogía de la Universidad del Valle.


El evento, es organizado por profesores y estudiantes del IEP (Instituto de Educación y Pedagogía de la Universidad del Valle) , tiene como uno de sus objetivos presentar herramientas de análisis y debate sobre la realidad de la educación superior en Colombia, entre los que se encuentran los referentes internacionales que promueven un modelo educativo en el país, la concepción de la educación como derecho, bien o servicio público y la cimentación de la calidad educativa hacia una educación de pertinencia empresarial o social.

En el transcurso de las sesiones se pasará listado de asistencia, para al final del seminario entregar certificados de asistencia y participación a aquellas personas que hayan cumplido con al menos el 80%. Indispensable tener vinculación con la universidad.


Programación

Lunes 28 de Noviembre

Inauguración - Palabras estudiantes comité organizador.

Ponencia: La educación como un derecho y un bien público social.

Profesores: William Gonzalez, Luis Humberto Hernández, Juan Carlos Quintero, John Alexander Mena.

Hora: 4-6pm Auditorio Sintraunicol (Bajos de Cafetería Central).


Miércoles 30 de Noviembre

Ponencia: Calidad de la educación y políticas de Estado.

Profesor: Edwin Germán Garcia.

Hora:6-8 pm. Auditorio Sintraunicol


Lunes 5 de Diciembre

Ponencia: La universidad pública y sus paradojas.

Profesora: Stella Valencia.

Hora: 6-8 pm. Salón Cultural


Viernes9 de Diciembre

Ponencia: Los referentes de la reforma a la educación superior: el caso colombiano.

Profesor: Henry Giovanny Cabrera.

Hora: 5-7 pm. Auditorio Sintraunicol


Lunes 12 de Diciembre

Ponencia: La calidad en la educación; debate entre dos modelos.

Profesor: Andrés García.

Hora: 6-8 pm. Auditorio Sintraunicol


Miércoles 14 de Diciembre

Ponencia: Los limites de la educación y la propuesta de reforma a la Ley 30.

Profesor: Rodolfo Espinosa.

Presentación musical grupo Waira: sonidos de los andes.

Entrega de certificados de asistencia.

Hora: 6-9 pm. Auditorio Sintraunicol


Informes

Área de educación en ciencias

Instituto de Educación y Pedagogía tel: 3315271.

Comité organizador IEP: castro.ingrid24@gmail.com

Tel 3007847480

"Reconciliarme con el diferente para luchar contra el antagónico" Paulo Freire

El significado de la expresión “modelos pedagógicos universitarios” en la coyuntura actual

Por: Luis Carlos Arboleda Profesor de la Universidad del Valle.


No es posible referirse a la expresiónmodelos pedagógicos universitarios” sin tener en cuenta el debate mundial sobre retos y desafíos de los sistemas educativos en la sociedad contemporánea.

Como dice Vasco, (C. E. Vasco, “Procesos y sistemas en la investigación educativa”, Doctorado Interinstitucional en Educación, 2011):

“podemos describir un modelo en forma muy abstracta como un sistema construido mental, física o socialmente para representar otros sistemas que damos por ya existentes o para guiar la construcción de otros sistemas nuevos”.

La palabra clave es “representar”. Lo que hace álgida la actual discusión son los modelos mentales a partir de los cuales los agentes educativos modelan los sistemas educativos universitarios en sus componentes, sus relaciones e interacciones y fases de su desarrollo.

Cabe entonces preguntarse por la posición de un agente educativo que, dada su posición privilegiada en la dinámica de los sistemas de educación superior en el mundo, está en mejores condiciones que otros para concertar entre expertos y comunidades académicas modelos mentales razonablemente creíbles y formular acciones de intervención en términos de políticas públicas.

Este agente es la Unesco. En cumplimiento de su misión, la Unesco se define como “laboratorio internacional de ideas para orientar el debate global sobre la educación”. Su programa de investigación educativa y prospectiva se reclama del siguiente propósito: examinar las nuevas tendencias y el futuro de la enseñanza, para fortalecer la capacidad de los países de hacer frente a los problemas educativos en un contexto internacional que se encuentra en perpetua mutación. La perspectiva es crear nuevos modelos para una etapa de mediana duración (http://www.unesco.org/new/en/education/about-us/how-we-work/education-‐research-and-foresight/):

“Al tiempo que redoblamos los esfuerzos colectivos para cumplir con las metas educativas y de desarrollo acordadas en el plano internacional, debemos mirar adelante y formular nuevos modelos que permitan orientar los programas mundiales de educación más allá de 2015”.

Tal construcción de nuevos modelos se adelanta a través del debate de ideas. Estas ideas se basan en modelos mentales particulares. Son ideas de expertos en teorías disciplinares. Los expertos mantienen relaciones estrechas con comunidades educativas y tienen experiencia en aplicar y desarrollar modelos en procesos académicos. Todo para significar la naturaleza compleja de los modelos mentales que les permiten a los distintos agentes representarse particularidades de los sistemas de educación superior. Es usual que la Unesco organice estos debates primero en ámbitos regionales, y que luego aproveche su capacidad de concertación para propiciar acuerdos en conferencias mundiales. Veamos las características de estos acuerdos sobre modelos pedagógicos universitarios en algunos de los documentos preparatorios de la Conferencia sobre la Educación Superior de Paris (2009).

El primer documento consultado tiene un título que plantea de entrada el imperativo de cambio de modelo pedagógico: Trends in Global Higher Education: Tracking an Academic Revolution (ED.2009/Conf.402/INF.5)

En el aparte de ”Teaching, learning and curricula” leemos lo siguiente:

”Access if more than 'getting through the door'. True progress depends on levels of completion for all population groups. Here data is scarce. But what is clear is that an increasingly diverse student body also creates pressure to put in place new systems for academic support and innovative approaches to pedagogy.

Los nuevos sistemas (modelos) de pedagogía innovativa son necesarios en frentes tan estratégicos de la educación superior como la ampliación de cobertura con equidad social y diversidad cultural, la calidad de la enseñanza y formación de docentes, los diseños curriculares para una educación sobre conocimiento pertinente, el alineamiento efectivo de la enseñanza con las metas de aprendizaje…

La primera conclusión del estudio es que los sistemas universitarios se enfrentan a un proceso de transición en el cual el recurso más importante es la capacidad de investigación para innovar con respecto a los modelos pedagógicos tradicionales:

“The unstoppable progress of globalization will oblige higher education institutions of all kinds to prepare an increasingly diverse cohort of students with skills and knowledge that will support their insertion into an increasingly borderless economy. Even the current global financial crisis, which will create problems for higher education in many countries, will not fundamentally alter the landscape. This challenge requires policymakers, administrators, and professors to reconsider the structure of traditional degree programs as well as the pedagogy of the past. "Talk and chalk" (Butcher 2008) is far from adequate as we move further into the 21st century.

En otro documento L’Aventure des savoirs dans la vie académique de ce siècle (ED.2009/Conf.402/INF.10)se consideran temas críticos del cambio de modelo pedagógico, que tienen que ver con aspectos cognitivos y profesionales de la formación de docentes. El modelo tradicional objeto de la innovación pedagógica es la enseñanza “transmisionista” del saber de referencia centrada en el profesor. Esta manera de representarse las relaciones predominantes en el acto de ensenar es actualmente insostenible:

“ (Il faut) une formation des maitres qui ne se contentent pas de transmettre des informations, mais d'inculquer es comportements culturels, a laquelle ils ne sont pas toujours prepares. La situation des maitres se complique sous l'effet d'autres facteurs, l'accroissement vertigineux des connaissances et l'acceleration de plus en plus rapide de la proportion d'etudiants qui leur sont confies. Les gouvernements des pays confrontes a ce phenomene rencontrent beaucoup de difficulties a le maitriser. La rapidite du phenomene confrontee a la lenteur de la formation des maitres, a l'inertie des programmes, a la ifficulte de choisir ce qui doit etre enseigne et surtout a eliminer ce qui n'est plus indispensable, a enrayer la baisse catastrophique du prestige des maitres remuneres a des niveaux trop faibles est a l'origine d'une crise des institutions d'enseignement ressenties comme une profonde blessure par la societe. Il s'agit de trouver des moyens de transmettre des connaissances de plus en plus abstraites et detachees du contenu culturel ambiant a des effectifs que l'on a voulu heterogenes, pour viser a des objectifs politiques d'equite qui ne sont pas necessairement compatibles avec les contraintes pedagogiques, sans mettre a la disposition de cette misión les moyens necessaires. La complexite des savoirs a transmettre et celles des taches d'education decharge les familles de leur mision d'education en les remettant aux maîtres tout en les controlant de plus en plus, en les blamant le plus souvent des echecs, elargissant ainsi le gouffre qui separe la societe de ses institutions d'enseignement.”

La necesidad de cambio de modelo pedagógico basada en conocimiento educativo nuevo se encuentra igualmente en los estudios de la Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y el Caribe (Cartagena, 2008), preparatoria de la conferencia mundial de Paris. Este nuevo conocimiento educativo debe aportar soluciones creativas a encrucijadas del modelo educativo exógeno como las siguientes (http://www.iesalc.unesco.org.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=2&Itemid=408&lang=es):

  • - Enseñanza autoritaria que privilegia la transmisión de saberes y conocimientos.
  • - Oferta educativa centrada en el locus universitario y el salón de clase.
  • - Separación de los saberes académicos de las tradiciones culturales autóctonas y las realidades del mundo del trabajo
  • - Promoción de ideales consumistas e individualistas en contravía con un equilibrio sustentable con la naturaleza.

La innovación pedagógica en las comunidades educativas universitarias esta siendo orientada cada vez más a problemas transdiciplinarios relacionados con las aplicaciones de las llamadas Tecnologías Convergentes. Es decir, la nanociencia y la nanotecnologia, la biotecnología y la biomedicina, incluyendo la ingeniería genética, la tecnología de la información, incluyendo comunicación y computación avanzada y las ciencias cognitivas, incluyendo la neurociencia cognitiva (nano. bio.info.cogno, NBIC). Estas tecnologías convergentes que se proponen combinar conocimiento para la manipulación de la materia viva con la inerte, están impactando directamente sectores estructurales de la sociedad en un género de problemas intersectoriales (con componentes en la economía, lo político, lo social y lo ambiental) que demandan formación en un conocimiento de naturaleza transdisciplinaria:

  • - Almacenamiento de energía, producción y conversión
  • - Mejoramiento de la productividad agrícola
  • - Tratamiento y remediación de agua
  • - Diagnóstico de enfermedades y su monitoreo
  • - Sistemas de lanzamiento de drogas
  • - Procesamiento y almacenaje de alimentos
  • - Contaminación del aire y remediación, construcción, monitoreo de la salud
  • - Detección y control de vectores y pestes.

La indagación sobre nuevos modelos pedagógicos universitarios se enfrentan entonces a la siguiente pregunta:

¿Cómo transferir de manera crítica a las instituciones educativas los contenidos y enfoques científicos y tecnológicos de las Tecnologías Convergentes que hacen parte de la formación del ciudadano en la sociedad del conocimiento?

Pero hay más. La innovación pedagógica con respecto al modelo exógeno tradicional no significa simplemente facilitar que los sistemas educativos se acomoden a las exigencias de la sociedad del conocimiento. A la pregunta anterior se agregan otras sobre las dimensiones éticas del conocimiento y su incidencia en los modos de vida (Serge Latouche sobre la “DÉCROISSANCE” http://www.dailymotion.com/video/x1ho9e_serge--‐latouche--‐la--‐decroissance_politics):

¿Cómo se crean las “necesidades” materiales? ¿Cuáles son los determinantes primarios que impulsan el comportamiento superfluo, de consumo excesivo? ¿Cómo pueden cambiarse valores que estimulan un consumo insostenible? ¿Cuáles son los roles de las instituciones, las nuevas tecnologías y la innovación en influenciar la dinámica de sistemas de consumo/producción?

En conclusión, parecería razonable abogar por un modelo pedagógico universitario que permita desplegar en los diversos agentes educativos una capacidad de saber analizar nuevas realidades del campo de la educación como las siguientes:

  • - La deslocalización y virtualización de la Escuela
  • - La fragmentación del campo de la educación por la emergencia de nuevos actores sociales
  • - La inviabilidad de los modelos exógenos: la tradición educativa de la transmisión del saber
  • - La naturalización en el campo de la pedagogía de discursos sobre los desafíos de la educación (cambio tecnológico, sociedad del conocimiento, competitividad, innovación…
  • - La crisis de las relaciones históricas entre mercado, sociedad y política y sus incidencias en el campo de la educación y la pedagogía

Cali, Octubre 22 de 2009

miércoles, 9 de noviembre de 2011

APROXIMACIÓN HISTÓRICA AL CONCEPTO DE NACIÓN EN COLOMBIA 1810-1910


La línea de investigación en Historia Intelectual y Política, siglos XIX y XX, del Grupo Nación-Cultura-Memoria, compuesta por los profesores Luis Carlos Arboleda, Natalia Suárez Bonilla, Humberto Quiceno Castrillón, Juan Moreno Blanco y Gilberto Loaiza Cano, se encuentra desarrollando el proyecto de investigación “Una aproximación histórica al concepto de Nación, Colombia 1810-1910”. Este proyecto es financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Valle y su objetivo principal es investigar el nacimiento, construcción y fijación del concepto de Nación, en el contexto del siglo XIX en Colombia, a partir de la identificación y clasificación de los campos discursivos que han tematizado este concepto.

En este marco, cada investigador ha de aportar un artículo al finalizar el proyecto con las siguientes tematizaciones:

Luis Carlos Arboleda: “La Ciencia republicana y las políticas educativas en Colombia 1810-1910.”

Natalia Suarez Bonilla: “Estado-nación y las ciudades en el siglo XIX”.

Humberto Quiceno Castrillón: “Nación y escuela en Colombia durante el período de 1808 -1863.”

Gilberto Loaiza Cano: “Las élites de la nación 1810-1910”.

Juan Moreno Blanco: “La perennidad de un telos en la narrativa histórica neogranadina”

domingo, 30 de octubre de 2011

Una reforma incompleta


Apuntes sobre un proceso de reforma de la educación superior en Colombia (II).

Por: Gilberto Loaiza Cano, departamento de Historia, Universidad del Valle. Director del grupo de investigación Nación-Cultura-Memoria.

Uno de los defectos ostensibles de la propuesta de reforma a la educación superior en Colombia, presentada por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, es el pobre diagnóstico que la sustenta. Hay muchos diagnósticos, muchos informes – y muy buenos- que señalan carencias reiteradas y que, por lo tanto, ayudan a fijar énfasis y metas en ciertos aspectos. Esa ausencia de una base diagnóstica explica, en parte, el otro defecto sustancial del proyecto que es su visión fragmentada del problema y por eso se concentra en el asunto de la financiación. Todos esos defectos nos revelan algo quizás más lamentable, pero que no nos sorprende: en asuntos de educación, en Colombia, nos hemos acostumbrado que nos guíen personas que no reúnen los méritos, las capacidades, los talentos y que, además, no compensan sus carencias con asesorías adecuadas, entre ellas la simple compilación y lectura de tantos documentos que se han producido en los últimos veinte años y que examinan lo que ha venido siendo la educación superior en Colombia.

Los problemas no son solamente de cantidad, son también de calidad. Por tanto, hay otras metas apremiantes, otros retos que es indispensable asumir. No olvidemos, por ejemplo, que Colombia es uno de los países de América latina con cifras más pobres en el número de doctores. Es un déficit histórico que apenas se ha ido asumiendo y que en la cuestionable propuesta gubernamental parece que se solucionaría con dejar que cualquier institución, con el adjetivo “universitaria”, se invente sin mayor esfuerzo programas de doctorado. Tampoco se trata de aumentar el número de doctores hiper-titulados y, a la vez, desempleados; sabemos que el respaldo de una formación doctoral es un acumulado cultural, una tradición de investigación capaz de dotar de auto-suficiencia, en muchos aspectos de la vida, a una comunidad. En consecuencia, la formación doctoral entraña discutir el modelo socio-económico del inmediato y lejano futuro de la sociedad colombiana. Y para eso no hay tiempo ni interés, porque, entre otras cosas, no nos vamos a zafar ni pronto ni fácilmente de un modelo socio-económico fundado en la subordinación tecno-científica.

Además, en la propuesta del Ministerio de Educación ni siquiera asoma una idea interesante acerca de garantizar o promover una formación universitaria que tenga como punto culminante el ciclo doctoral; es decir, todo lo concerniente a la educación superior parece reducirse a un problema de acceso a la formación en pre-grado y no contempla el necesario cultivo de generaciones que transiten exitosamente por todos los niveles de formación universitaria cuyo corolario obvio debe ser los estudios de doctorado. Ya sabemos que las universidades públicas más tradicionales padecen una esquizofrenia, son públicas en la formación de pregrado y han sido privatizadas en la formación a nivel de posgrados. La una es deficitaria y vista como un mal crónico, un fardo que es necesario aligerar, por eso han abundado en tiempos recientes proyectos para acelerar graduaciones sin mayores exigencias y disminuir el tiempo de presencia en las universidades de los estudiantes de pre-grado. Mientras tanto, la formación de pos-grado garantiza, por las altas tarifas de matrícula, el sostenimiento de algún rubro en universidades empobrecidas. Nosotros, los profesores universitarios, hemos sido agentes intermediarios, técnicos del Estado en la aplicación disciplinada de esa frontera entre carreras de pre-grado para pobres y carreras de pos-grado para ricos. Esa conducta antecedente quizás explique, en parte, el comportamiento ambivalente que hemos tenido en esta y otras circunstancias de discusión sobre modelos de educación superior para Colombia.

Tampoco parece preocuparle al gobierno acompañar el aumento de la cobertura de estudiantes con la ampliación del personal docente. Como ya ha sucedido en algunas universidades regionales, es posible que el ideal gubernamental consista en un crecimiento de la población estudiantil mientras el número de profesores se estanca o disminuye. Esa parte del paisaje que se vislumbra es una de las penumbras más terribles. Si algo ha sido necesario desde hace muchos años, es lograr que se consoliden comunidades profesorales con vínculos estables en las universidades y con plenas garantías para su calificación. Sin embargo, el gobierno de Santos parece inclinarse por fábricas de títulos a bajo costo, universidades convertidas en tugurios de la cultura caracterizadas por el hacinamiento y profesores incapacitados para dedicar tiempo a la investigación.

Quizás sea cierto que es bastante con que en el actual proyecto de reforma se vea menguado el compromiso estatal por financiar la educación superior y la ponga en la órbita de las lógicas del mercado; pero también puede ser cierto que olvidemos que estamos en un momento crucial de definición de lo que debe ser la educación pública, no solamente universitaria, para el futuro inmediato y el lejano. Entonces se vuelve indispensable hablar de una reforma integral que exige una discusión minuciosa con un temario muchísimo más abigarrado, con múltiples datos, informes y agentes de opinión. Los estudiantes, mejor que los profesores universitarios, han expuesto esa urgencia.

Cali, octubre de 2011.

viernes, 21 de octubre de 2011

¿Y el Estado? Apuntes sobre un proceso de reforma de la educación superior en Colombia.

Por: Gilberto Loaiza Cano, departamento de Historia, Universidad del Valle. Director del grupo de investigación Nación-Cultura-Memoria.

Propongo que hagamos un ejercicio, busquemos el Estado en las últimas propuestas de reforma a la educación superior. La respuesta es fácil y no sorprende, el Estado es una palabra que aparece pocas veces y enuncia pocos asertos. Eso dice mucho, el Estado aparece débil y tímidamente. Quienes han escrito esas propuestas de reforma no saben o no pueden o no quieren adjudicarle al Estado grandes compromisos. El asunto es previsible, no podía ser de otro modo porque esa es, en muy buena parte, la historia de la educación en Colombia. Es la historia de un Estado débil, pobre, muy limitado en propósitos y compromisos.

Además, quienes redactan esas propuestas son, muy posiblemente, gentes hechas desde la infancia en colegios y universidades privados. Les queda muy difícil pensar del lado del Estado, les queda muy difícil adjudicarle grandes tareas al Estado en desmedro del amplio terreno históricamente conquistado, en la sociedad colombiana, por todas las formas privadas de educación. Y eso tampoco es nuevo en nuestra historia republicana; en el siglo XIX, quienes promovieron el Estado institutor con las reformas educativas del decenio de 1870, venían de ser voceros conspicuos de la libre iniciativa empresarial en materia educativa y habían minado, hasta entonces, cualquier iniciativa educativa fundada en el Estado.

Históricamente, la iniciativa de particulares ha competido con la iniciativa estatal para el control social y cultural de los individuos mediante la creación de instituciones de instrucción y educación. El Estado ha tenido siempre dificultades para ejercer soberanía en todo el territorio, para garantizar el monopolio de la fuerza, para construir formas básicas de bienestar común. Ante un Estado débil y debilitado, han prosperado las soluciones provenientes de iniciativas de grupos de individuos. Demos ejemplos: como el Estado no ha sido capaz de crear una infraestructura de vías y de medios de transporte, hemos recurrido a formas privadas de solución al dilema de la movilidad, entonces compramos nuestro carro o nuestra motocicleta, y hemos descartado pensar en el tren o en el tranvía o en el metro. Como el Estado no nos garantiza la protección de nuestras vidas ni de nuestras propiedades, entonces contratamos compañías de vigilancia privada, formamos grupos paramilitares o buscamos hacer justicia por nuestra propia cuenta. Estamos, por tanto, acostumbrados a no tener grandes proyectos de cohesión colectiva; cada quien resuelve su problema en medio de las condiciones adversas que ofrece un Estado pequeño y pobre.

Entre el Estado y la sociedad no ha existido una relación basada en el altruismo. El Estado devora la sociedad y la sociedad aprovecha las fisuras del endeble Estado. Al Estado no le hemos dejado que ejerza una hegemonía cultural, le hemos disputado el control espiritual de la población. En nombre de las libertades individuales, Miguel Antonio Caro atacó la reforma educativa del Estado controlado por el liberalismo radical, y dijo que el Estado no podía obligar a nadie a asistir a las escuelas. En nombre de la libertad de conciencia, el conservatismo colombiano promovió las escuelas confesionales en disputa con la escuela laica oficial, y promovió también la fundación de universidades con el apoyo de la Iglesia católica.

Hoy tenemos un mapa de la educación, en general, con un desprestigiado Estado que apenas si puede y desea sostener, en condiciones muy precarias e indignas, un sistema de escuelas y colegios públicos. En la educación superior el panorama es de un ascendente sistema de instituciones privadas que han crecido en materia inmobiliaria; empezaron en garajes, adecuando casas, luego transformaron barrios y finalmente adquirieron lotes, se estabilizaron con una oferta muy limitada de carreras que garantizaban lucro con pocos gastos en dotaciones y, por eso, han tratado de erigirse en modelo innovación y de eficacia gerencial. Sus trayectorias en investigación son magras, sus niveles de formación en posgrados son muy reducidos, pero han dado pruebas de eficacia en el cumplimiento de ciclos rápidos de graduación, han permitido el enriquecimiento de familias, de grupos de empresarios, de comunidades religiosas y han dejado satisfechas a franjas poblacionales que no lograron, por múltiples razones, ingresar a las universidades públicas. La reforma que propone el gobierno del presidente Juan Manuel Santos parece un corolario para el esfuerzo de esos exitosos empresarios de la educación que ya tienen algún grado de control en instituciones como el Icetex, el Icfes y el mismo Ministerio de Educación. Y, en consecuencia, es un golpe letal a lo poco firme que queda de un sistema nacional de universidades públicas.

Entonces se impone hacer otro ejercicio mucho más arduo y sostenido: pensar cuál es el ideal de educación según el ideal de intervención del Estado. Lo que equivale a pensar, cómo miembros de la sociedad colombiana, en la importancia que podemos o deseamos adjudicarle al Estado. Se trataría de pensar, en conjunto, en el tipo de educación, en el tipo de sociedad y en el tipo de Estado. Qué educación para contribuir a moldear qué sociedad; una educación según qué orientaciones y prioridades atribuidas al Estado. Tal ejercicio no es fácil ni rápido; el peso de la fuerza de inercia de una sociedad acostumbrada a las soluciones de un liberalismo extremo, al sálvese quien pueda, al yo gano y usted pierde, vuelve lento, incluso, el inicio, en firme, de cualquier conversación.

En próximos apuntes: la responsabilidad del Estado y la responsabilidad de la sociedad; la definición de prioridades en la cultura; la democracia y la meritocracia en las universidades; la necesidad de controles sobre autoridades universitarias y sobre el uso de los recursos; los enriquecimientos privados en las universidades públicas.

Cali, octubre de 2011

jueves, 2 de junio de 2011

LANZAMIENTO NUEVO LIBRO. GILBERTO LOAIZA CANO





El grupo Nación Cultura Memoria

Invita al lanzamiento del libro del profesor

Gilberto Loaiza Cano

SOCIABILIDAD, RELIGIÓN Y POLÍTICA EN LA DEFINICION DE LA NACIÓN

(COLOMBIA, 1820-1886)


Presentación y comentarios a cargo de:

Viviana Olave Quintero

Historiadora, Universidad del Valle


Auditorio principal, área cultural del Banco de la República de Cali

Viernes 10 de junio de 2011, 4:30 p.m.

Habrá venta de ejemplares a precio excepcional

y copa de vino.

miércoles, 16 de febrero de 2011

CONFERENCIA PILAR GONZALEZ-BERNALDO (Universidad Paris VII).


INVITACIÓN


A la conferencia de la profesora PILAR GONZÁLEZ-BERNALDO (Universidad Paris VII).

Título: “Historia política y vínculo social: para una socio-historia de las construcciones nacionales en América latina en el siglo XIX.”

Lugar: Auditorio Germán Colmenares, Universidad del Valle

Fecha: viernes 18 de febrero, 5 pm.