lunes, 11 de marzo de 2013


La Biblioteca del Centenario
Reapertura, historia y oportunidad


El amor a las bibliotecas, como la mayor parte de los amores, hay que aprenderlo
Alberto Manguel, La biblioteca de noche

No son pocas las reflexiones de Alberto Manguel (2005) sobre su biblioteca personal que pueden extrapolarse, de forma más o menos precisa, a las bibliotecas públicas de las ciudades colombianas. Algunas han sido azar, otras fueron o son identidad, todas comúnmente son espacio y orden, pero otras también han sido mito, olvido y supervivencia. Muchas en sus orígenes o deambular alcanzaron incluso a ser poder. Con cien años formalmente cumplidos, pero con muchos más si se piensa en la idea que le dio origen, la Biblioteca del Centenario de Cali representó varias de estas facetas a lo largo de su inestable trayectoria.


Creada como espacio de calidades modernizantes, sus primeras décadas fueron de encuentro, celebración y, por supuesto, de prácticas lectoras y emprendimientos bibliográficos. Sostenida por la municipalidad, pero administrada por la menuda élite letrada de la ciudad, esta biblioteca albergó y dio cumplimiento a múltiples deseos, vinculados en su mayoría al quehacer literario de poetas, escritores e historiadores aficionados. Nuevos y no tan nuevos grupos lectores, como las mujeres, los trabajadores y, tiempo después, el estudiantado universitario, transitarían también por esta biblioteca. La segunda mitad del siglo XX marcaría sin embargo el final de su etapa más dinámica. Perdida entre las decisiones políticas y desplazada también de los círculos lectores que le daban prestigio, la biblioteca comenzó a volverse mito, sombra. De espacio pionero de la cultura caleña, la Biblioteca del Centenario pasó a ser un lugar casi irrelevante del acontecer sociocultural caleño hasta la década de 1990. Sólo la cercanía de su primer centenario, como se verá en la noticia anexa, pareció conmover los suficientes dolientes para que su recuperación y reactivación, así como la escritura de la historia de sus inicios y agitado transitar, pudiera comprometerse y adelantarse de manera exitosa.

De este modo, y ciertamente salvada de convertirse en un lugar de la memoria, la Biblioteca del Centenario parece volver a comenzar con el amanecer de otra segunda década de siglo. Ha dejado de ser poder y olvido, y hoy es una muestra de supervivencia -con mutilaciones-, algo sin duda importante y valioso, pero que también debe llamar la atención ciudadana sobre su contemporánea pertinencia en términos culturales, educativos, e históricos. Parafraseando de nuevo a Manguel, hoy la Biblioteca del Centenario se ofrece como taller, con espacios y estrategias nuevas, que la hacen visible y aprovechable desde la disciplina histórica, razones por las que el Grupo Nación/Cultura/Memoria celebra su retorno y le desea un mejor transitar en este nuevo periodo, ojalá lejos de las sendas del desorden y la neglicencia.  

Tomado de: http://www.mincultura.gov.co/micrositios/prensa/infraestructura-valledelcauca/#!/

Noticia sobre la reapertura:


Con motivo de la celebración del Bicentenario de Colombia en 2010, la Secretaría de Cultura y Turismo de Santiago de Cali inició un proyecto para recuperar la memoria histórica de la Biblioteca del Centenario, primera biblioteca pública de la ciudad. Esta iniciativa se vio plasmada en el proyecto editorial: Biblioteca del Centenario, 100 años de fundación, desarrollado por las historiadoras e investigadoras del grupo Nación/Cultura/Memoria: Eddy Carolina Sánchez Fuertes y Diana Romero Tenorio, trabajo próximo a lanzarse de manera oficial

La realización de este trabajo editorial motivó nuevos proyectos en torno a la Biblioteca, entre ellos la recuperación integral de su infraestructura física y esquema organizacional. El objetivo era adecuar y modernizar las instalaciones de la casa donde funcionaba la biblioteca desde la segunda mitad del siglo XX, dotándola de un nuevo mobiliario que ofreciese un mejor servicio a los usuarios. El proyecto fue encabezado por su directora encargada María Amparo Guerrero (2008-2010) quien trabajó fuertemente por devolverle a esta institución el lugar destacado que merece en el ámbito cultural de la ciudad. El proyecto fue apoyado por la Red de Bibliotecas Públicas Comunitarias de Cali a través de la Secretaría de Cultura y Turismo de Cali, Ministerio de Cultura, Fundación Biblio TEC, Fundación Carvajal y Fundación Cristiana de Jóvenes ACJ-YCM desde el año 2010 hasta el 2012. Gracias al apoyo de estas entidades, la obra de adecuación logró llevarse a cabo y el 25 de febrero de 2013 tuvo lugar la apertura de la Biblioteca, acto que contó con la presencia del presidente de la república Juan Manuel Santos, quien hizo formal su reinauguración.  En ese marco, la Biblioteca presentará a la comunidad caleña en el mes de marzo, el libro que recoge la historia de su primer siglo: Biblioteca del Centenario, 100 años de fundación

Después de permanecer cerrada poco más de dos años, son muchas las expectativas en torno a la Biblioteca del Centenario, su apertura significa no sólo el regreso a la vida cultural de uno de los espacios insignia de Santiago de Cali, sino además el inicio de diferentes programas y proyectos a los esta institución que le apostará. De momento, se presenta ante ustedes con unas instalaciones totalmente renovadas y un espíritu reavivado, con un aire moderno y antiguo que refleja su identidad, donde convive un pasado con más de cien años de historia y un presente dinámico e innovador. La Biblioteca cuenta hoy con cinco salas de lectura distribuidas en sus dos niveles, en la planta baja, aparecen las salas La Tertulia, donde se encuentran libros de ciencias naturales, medicina y novedades; y Rin-Rinque está dedicada a públicos infantiles. En el segundo piso encontramos las salas: El Ferrocarrilque alberga la colección de literatura general; El Relatorque se configura como la sala patrimonial, donde se encuentran los libros antiguos y la colección especial de la Biblioteca; y La Retreta que ofrece libros de sociales, religión y artes. También cuenta el nuevo edificio con dos áreas de lectura al aire libre, la primera el Café Libro Avenida del Río, ubicada en el primer nivel, y la terraza Charco del Burro,  igualmente, se dotó a esta institución con un Auditorio que fue llamado El ObeliscoCada nombre fue escogido en homenaje a algunos iconos de la ciudad, especialmente con algunos ligados al barrio El Peñón, barrio donde funciona la Biblioteca.

Sala de lectura La Tertulia.

Sala de lectura infantil Rin Rin


Atrás quedó la imagen de la biblioteca como simple custodio de libros, hoy su reto es funcionar bajo el lema de "Bibliotecas Vivas", ofreciendo espacios dinámicos donde los usuarios puedan interactuar con las letras, la historia, la cultura y el arte de una mnaera más amena. Se pretende, en síntesis, que la nueva Biblioteca del Centenario logre atender a las demandas de los diferentes sectores: estudiantes, docentes, círculos artísticos, colectivos culturales, grupos de investigación, etc., estableciendo con ellos canales de comunicación que permitan el aprovechamiento del nuevo espacio y la construcción de propuestas que favorezcan a la comunidad en general.